La alcaldesa de Mogán exige “que el Gobierno tome cartas en el asunto de forma urgente”
La situación continúa descontrolada en el muelle de Arguineguín, en Mogán, Gran Canaria, donde son testigos de una presión migratoria que no se veía desde la crisis de los cayucos de 2006. El colapso es tal que en un dispositivo de seguridad dirigido por la Policía Nacional se ha dejado en la calle a unos 250 inmigrantes.
Muchos de ellos se han quedado en la localidad, dispersándose por el pueblo y por la playa ante el asombro de los vecinos mientras la alcaldesa, Onalia Bueno, suplicaba a la policía que los retuviera tras ser liberados por sorpresa. Exige “que el Gobierno de España tome cartas en el asunto de forma urgente e inminente”.
El Ministerio del Interior ha explicado que tras superar el trámite de la reseña policial tras una llegada irregular, ninguna persona puede ser legalmente retenida salvo por causa justificada, como por ejemplo en caso de medidas sanitarias como la cuarentena, y sucede exactamente lo mismo con los migrantes que han pasado el trámite en el dispositivo instalado en el muelle de Arguineguín.
En ese proceso, todas las personas son filiadas y sus datos se vuelcan en bases de datos, tanto nacionales como internacionales, para prevenir cualquier alerta de seguridad. Además, y en el marco de los protocolos establecidos frente al COVID-19, todas las personas pasan por los pertinentes controles sanitarios.
En el caso de las personas que han abandonado este martes el muelle de Arguineguín, Interior precisa que no han sido derivadas, como es habitual, al sistema de acogida como “solución puntual” ante la alta ocupación de las instalaciones, y se están realizando los trámites para reubicarlos en el sistema de acogida.
En este contexto, el Ministerio se ha dado la orden para que se realicen los trámites pertinentes para conocer los detalles que han dado lugar a esta situación.